Vudú [click]
Podrá parecer absurdo pero, al llegar a casa, lo recorté, lo doblé y lo pegué. Absurdo, no por hacer lo que se debe con un recortable si no por hacerlo pensando que ése gesto iba a conseguir que la ansiedad, las dudas y la impaciencia desaparecieran.
Ya mientras lo recortaba, empecé a hablarle: "tranquilo, esto no te va a doler". Me miraba asustado, serio, mientras lo iba doblando cuidadosamente por la linea de puntos. Se sobresaltó cuando puse el pegamento en las pestañas, que no en los ojos.
Pasó la noche tranquilo sobre la mesa, de la que había retirado tijeras, agujas y chinchetas, que sospeché eran la causa de su malestar, y por la mañana me pareció ver que sonreía.
Yo le hablaba, le susurraba, le hacía cosquillas aunque se enfadara. Así han ido pasando los días hasta que, de pronto, hoy me he despertado de madrugada notando una mano en mi cintura, una respiración en mi cuello... y cuando me voy a girar, un "buenos días, pre".
La imagen es "Voodoo Contracting" de John Ahlen
De todas maneras sigue escondiendo las tijeras, no vaya a ser que sea como Chucky :)